Aceptar, comprender, cuidar, crecer y amar cada parte del alma de otro ser como si fuéramos nosotros mismos; todo lo bueno y todo lo malo sin importar, sin juzgar, acompañar, experimentar, vivir y sentirse vivo, sentír como el tiempo pasa tan rápido y a la vez tan lento… queriendo hacer y ser todo, mente, alma y cuerpo en la luz y oscuridad.