El patinador artístico estadounidense Jon Maravilla evitó una tragedia al no poder abordar el vuelo 5342 de American Airlines debido a que la aerolínea no permitió que su perro viajara con él. En lugar de tomar el avión, Maravilla decidió realizar el trayecto en automóvil, lo que le salvó la vida, ya que el vuelo en cuestión sufrió un accidente fatal. El vuelo 5342, operado por un jet Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, se estrelló sobre el río Potomac en Washington D.C. tras colisionar con un helicóptero militar Sikorsky H-60 Black Hawk que realizaba un vuelo de entrenamiento. El avión transportaba 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que en el helicóptero viajaban tres soldados. Las autoridades han confirmado la recuperación de varios cuerpos del río, pero aún no han proporcionado una cifra oficial de fallecidos. Maravilla había planeado volar con su perro, pero al no recibir autorización para que su mascota lo acompañara en la cabina, optó por conducir hasta su destino. Esta decisión, motivada por su deseo de no separarse de su compañero canino, resultó ser providencial, ya que le permitió evitar el trágico accidente aéreo. Las operaciones en el aeropuerto Ronald Reagan fueron suspendidas temporalmente mientras equipos de bomberos y efectivos federales, estatales y locales llevaban a cabo labores de búsqueda y rescate en la zona del siniestro. Las investigaciones para determinar las causas exactas de la colisión entre el avión y el helicóptero están en curso. Entre las víctimas del avión hay varios patinadores adolescentes, sus familiares, así como entrenadores profesionales. Los excampeones mundiales rusos de patinaje artístico Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov están entre los fallecidos. El patinador Spencer Lane, de 16 años, murió junto a su madre Christine Lane, de 49. Formaban parte del grupo de al menos 14 atletas y entrenadores que fallecieron cuando regresaban de un campamento de patinaje en Wichita, Kansas. Jinna Han, de 13 años, también había viajado al campamento de patinaje con su madre, Jin. Ambas fallecieron en el accidente. Olivia Ter, una niña de 12 años de Maryland, se encontraba entre las patinadoras artísticas estadounidenses a bordo del vuelo. Las autoridades locales confirmaron su fallecimiento. Cory Haynos, otro joven patinador, viajaba a casa desde Kansas con sus padres, Roger Haynos y Stephanie Branton Haynos. Los tres perecieron en el accidente. El exentrenador Sasha Kirsanov también se encontraba a bordo del avión y falleció en el siniestro. Este trágico accidente ha conmocionado a la comunidad del patinaje artístico y ha resaltado las imprevisibles vueltas del destino que, en el caso de Jon Maravilla, le salvaron la vida.
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